Las mejores variedades de ginseng que se conocen son la de Corea, China y Siberia. Todas ayudan a superar el estrés, mejorar el metabolismo energético, reducir la glucosa en sangre, fomentar la inmunidad, garantizar la salud del hígado y regular el crecimiento celular. Mejoran la agudeza y la salud mental para superar el estrés.
El ginseng coreano sirve para tratar la diabetes, reducir el colesterol, garantizar la salud reproductiva, superar los síntomas de la menopausia y fomentar el sistema inmunitario. Además, actúa como agente contra el cáncer.
Con el ginseng de Siberia, puede tratarse el síndrome de fatiga crónica. También alivia los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia, y trata el dolor del reuma en las personas mayores.