La importancia del hierro en la dieta
Debido a la prevalencia del consumo insuficiente de hierro, las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025 enumeran el hierro como un nutriente de interés para la salud pública en determinados segmentos de la población: mujeres en edad fértil, embarazadas y niños pequeños.2 Dado que estos grupos tienen necesidades de hierro más elevadas, corren un riesgo especial de padecer una insuficiencia de hierro, lo que puede provocar problemas de salud.
El hierro es un componente esencial de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por todo el torrente sanguíneo. Sin suficiente hierro, el organismo no puede fabricar suficientes glóbulos rojos para satisfacer la demanda de oxígeno. La mioglobina, que suministra oxígeno a los músculos, también necesita hierro. Estas funciones clave del hierro en el organismo lo hacen especialmente importante para los consumidores activos, ya que niveles bajos en la dieta pueden provocar fatiga.
El hierro también interviene en el metabolismo y la producción de energía, el crecimiento y el desarrollo, la división celular y la síntesis de hormonas y tejido conjuntivo. Dado que una ingesta baja de hierro puede provocar anemia ferropénica, que deteriora la función inmunológica, muchos consumidores también asocian el hierro con la salud inmunológica.
Necesidades de hierro de las mujeres
Hasta los trece años, las mujeres y los hombres tienen la misma cantidad diaria recomendada (CDR) de hierro. Sin embargo, el inicio de la menstruación aumenta las necesidades de hierro de la mujer para compensar la pérdida mensual de hierro. A los catorce años, la CDR de hierro de una mujer pasa de 8 a 15 mg al día. A los diecinueve, es de 18 mg, más del doble de la CDR de los varones de la misma edad. Para las mujeres embarazadas, este valor alcanza los 27 mg.