Un Enfoque Generacional – Gen Z y Millennials
El paradigma del envejecimiento ha cambiado de centrarse únicamente en los consumidores de mediana edad y mayores, preocupados por la salud cardiovascular, ósea, articular y cerebral, a un nuevo enfoque en el envejecimiento saludable y proactivo entre las generaciones más jóvenes, quienes priorizan todos los aspectos de la salud física y mental. En lugar de esperar hasta las etapas posteriores de la vida para abordar preocupaciones de salud, los consumidores más jóvenes están tomando el control de su bienestar desde ahora. Este cambio refleja una tendencia cultural más amplia hacia el autocuidado proactivo y el deseo de optimizar la salud en cada etapa de la vida.
En una encuesta reciente de FMCG Gurus sobre nutrición personalizada, el 83% de las mujeres y el 50% de los hombres de la Gen Z brasileña declararon que planeaban hacer mejoras en su salud y bienestar general durante el próximo año. Los consumidores millennials les seguían de cerca, con un 43% de mujeres y un 59% de hombres que también estaban de acuerdo.2 Al evaluar su nivel general de salud, los consumidores de la Gen Z se enfocan principalmente en cuánto hacen ejercicio, sus hábitos alimenticios, cuán activos son y su bienestar mental. Los cuatro principales motivos de los millennials son similares, pero muestran mayor preocupación por su peso que por cuánto ejercicio realizan.
Estas generaciones más jóvenes están reescribiendo las reglas del envejecimiento al priorizar su salud de diversas maneras. Desde la actividad física, la alimentación consciente y el bienestar mental hasta desafiar los estándares de belleza y abrazar el amor propio, su objetivo no es solo prolongar la vida, sino mejorar su calidad, asegurando envejecer con vitalidad y resiliencia.
Factores Clave del Envejecimiento para los Consumidores – Salud Física, Bienestar Emocional y Claridad Cognitiva
Con una variedad de factores de salud en los que centrarse a medida que los consumidores avanzan por las distintas etapas de su vida, tanto la salud física como la mental continúan siendo las principales prioridades para todas las generaciones. Los consumidores están comprendiendo el impacto positivo que puede tener el cuidado de la salud física y mental en la calidad de vida y la longevidad. Estas áreas de enfoque son multifacéticas, y los consumidores están adoptando enfoques holísticos para apoyar plenamente su bienestar en cada paso del camino de la vida.
Con una variedad de factores de salud en los que centrarse a medida que los consumidores avanzan por las distintas etapas de su vida, tanto la salud física como la mental continúan siendo las principales prioridades para todas las generaciones. Los consumidores están comprendiendo el impacto positivo que puede tener el cuidado de la salud física y mental en la calidad de vida y la longevidad. Estas áreas de enfoque son multifacéticas, y los consumidores están adoptando enfoques holísticos para apoyar plenamente su bienestar en cada paso del camino de la vida.
En el informe Trends Insider de Innova, los consumidores de la Gen Z, Millennials y Gen X citaron mantenerse físicamente activos como el aspecto más importante del envejecimiento saludable.1 La salud física no solo incluye la actividad física y el ejercicio, sino también otros indicadores medibles de la salud física, como la salud cardiovascular y el control del peso, que pueden verse afectados por el ejercicio físico.
Además de la salud física, los consumidores de todos los grupos de edad están reconociendo la importancia vital de priorizar la salud mental y el bienestar emocional. Desde la Gen Z hasta los Boomers, hay una creciente comprensión de que el bienestar mental y emocional es tan crucial como la salud física. El 44% de los consumidores de entre 18 y 24 años están actualmente sufriendo de estrés.2 Al observar los niveles de estrés reportados a lo largo de varias etapas de la vida, es evidente que los momentos más estresantes tienden a ocurrir entre los 18 y los 54 años, con una tendencia a la baja después de ese punto.2 Para nutrir su salud mental y emocional, las personas están incorporando diversas conductas en su rutina diaria. Actividades como la meditación y el yoga pueden apoyar la relajación y la reducción del estrés, mientras que centrarse en establecer límites, crear un equilibrio entre trabajo y vida personal, e incluso buscar terapia pueden ser pasos proactivos hacia el bienestar emocional.Además de la salud física, los consumidores de todos los grupos de edad están reconociendo la importancia vital de priorizar la salud mental y el bienestar emocional. Desde la Gen Z hasta los Boomers, hay una creciente comprensión de que el bienestar mental y emocional es tan crucial como la salud física. El 44% de los consumidores de entre 18 y 24 años están actualmente sufriendo de estrés.2 Al observar los niveles de estrés reportados a lo largo de varias etapas de la vida, es evidente que los momentos más estresantes tienden a ocurrir entre los 18 y los 54 años, con una tendencia a la baja después de ese punto.2 Para nutrir su salud mental y emocional, las personas están incorporando diversas conductas en su rutina diaria. Actividades como la meditación y el yoga pueden apoyar la relajación y la reducción del estrés, mientras que centrarse en establecer límites, crear un equilibrio entre trabajo y vida personal, e incluso buscar terapia pueden ser pasos proactivos hacia el bienestar emocional.
Aunque no es un enfoque tan fuerte entre las generaciones más jóvenes, una parte clave del envejecimiento saludable para las generaciones mayores es la claridad cognitiva y el funcionamiento cerebral general. En 2023, se estimaba que aproximadamente 55 millones de personas en todo el mundo vivían con demencia, según la Organización Mundial de la Salud.3 En lo que respecta a la salud cognitiva a largo plazo, pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Las actividades y comportamientos que apoyan el bienestar físico y mental también ayudan a promover la salud cerebral a medida que las personas envejecen. Cosas como el ejercicio físico, la incorporación de alimentos saludables en la dieta, mantenerse socialmente conectados y gestionar el estrés pueden tener un impacto positivo en las capacidades cognitivas de una persona. Además, estar intelectualmente comprometido también puede beneficiar al cerebro. Algunos científicos han argumentado que actividades como leer, hacer rompecabezas, jugar, hacer voluntariado y seguir aprendiendo cosas nuevas pueden ayudar al cerebro a mantenerse más adaptable y flexible a medida que ocurren cambios cerebrales relacionados con la edad.4
Los consumidores tienen muchas prioridades de salud diferentes a medida que avanzan en las distintas etapas de la vida, pero al pensar en el envejecimiento, todas las generaciones están priorizando diversos aspectos de la salud mental y física de diferentes maneras.