¿Qué es un producto lácteo de etiqueta limpia?
Los productos lácteos se conocen tradicionalmente por su etiqueta de nutrición saludable, que normalmente incluye cantidades añadidas de proteínas, calcio y vitamina D para favorecer la absorción de calcio de los huesos. Por suerte, estos nutrientes también están de moda entre los consumidores actuales. Además, los consumidores buscan en las etiquetas nutricionales si contienen azúcares añadidos, una tendencia global que muchos gobiernos de todo el mundo están fomentando para combatir la creciente obesidad.
Sin embargo, el movimiento de etiqueta limpia no presta interés por la etiqueta nutricional, sino por la lista de ingredientes. Este tipo de consumidores buscan ingredientes que sean sencillos, naturales, saludables y tradicionales. La información también se puede transmitir en el frontal del paquete con el reclamo de “orgánico”.
Sin
Como mínimo, los productos lácteos de etiqueta limpia no contienen ingredientes artificiales, como colorantes, aromas y conservantes artificiales. Atraen incluso más a los consumidores si los ingredientes son fáciles de reconocer, no tienen nombres que suenan a químicos y los pueden encontrar en sus propias cocinas.
Los retos de algunos productos para proponer etiquetas limpias son cambiar a colores naturales, que sean menos llamativos, menos tolerantes a los procesos y menos estables. Además, puede ser difícil encontrar sustitutos para los estabilizadores como los almidones modificados, que normalmente son altamente funcionales y tolerantes a los procesos, así como económicos. Para conseguir el mismo resultado, puede ser necesario incluir más cantidad de un sustituto natural menos funcional o varios ingredientes, normalmente a un coste mayor.
Menos ingredientes
Cuando se trata de los ingredientes, menos es más. De hecho, los productos lácteos tradicionales están elaborados con pocos ingredientes. El yogur contiene leche y cultivos, mientras que el queso contiene leche, cultivos, cuajo y sal. Para muchos consumidores, que un producto tenga pocos ingredientes significa que es un alimento verdadero. Cuando más larga sea la lista de ingredientes, más procesado parecerá.
Una de las marcas que se ha percatado de ello es Haagen-Dazs. De hecho, cinco de sus sabores (chocolate, vainilla, fresa, café y té verde) contienen solo cinco ingredientes: leche, nata, azúcar, huevos y el aroma característico.
Para hacer frente a las alternativas a los productos lácteos, la industria de los lácteos está fomentando la etiqueta limpia entre sus ofertas. Por ejemplo, se promociona que la leche tiene una etiqueta más limpia que sus alternativas como la leche de almendra, ya que contiene menos ingredientes. Muchas alternativas a la leche contienen entre ocho y doce ingredientes, entre los que se incluyen sal, azúcar, estabilizadores y espesantes.
Saludables
Los productos lácteos gozan de una larga tradición como básicos saludables en una dieta equilibrada. Cualquier cosa que se desvíe de esta imagen de saludable puede hacer que los consumidores empiecen a desconfiar. Reclamos como orgánico, libre de antibióticos, sin hormonas, alimentado y criado con pastos contribuyen a convencer a los consumidores de que los productos lácteos que compran para sus familias son de gran calidad y saludables.
Los mensajes en torno al cuidado del medio ambiente y los animales, especialmente los que hacen referencia a granjas familiares, refuerzan la imagen de saludables, de agricultura tradicional. La leche entera también está muy asociada a una dieta saludable y tradicional, y ahora mismo es tendencia entre los yogures y leches de sabores.
Transparente
La transparencia está estrechamente relacionada con la etiqueta limpia. UN ejemplo de transparencia puede ser el suministro, es decir, identificar las granjas o regiones de procedencia de la leche, así como las certificaciones de terceros.
USDA Organic, Proyecto verificado sin OMG, Certified American Grassfed y el programa nacional de granjas lecheras FARM (Farmers Assuring Responsible Management) son certificaciones que muchos consumidores buscan para determinar si los productos lácteos cumplen sus estándares individuales.